El diablo está en los detalles.
“La mentira más común es aquella con
la que un hombre se engaña a sí mismo”. Friedrich Nietzsche.
Ningún
otro país en el mundo tiene una ventana de tiempo tan amplia, como la de México, cuando de entregar
el poder presidencial se trata. Mucho se ha escrito al respecto,
pero lo que es un hecho, es que es un período de 6 meses aproximadamente,
algunos días más algunos días menos, dependiendo del día de la elección.
Durante
ese tiempo y a lo largo de nuestra joven democracia, se han dado una serie de
eventos tan disímbolos como extraños, pero nunca un Gobierno saliente había abandonado
la escena política tan pronto y de manera tan definitiva como lo hizo la
administración de Enrique Peña Nieto. Elaborar sobre
las razones de tal decisión, parecería un poco ocioso, pero ante los ojos de la
opinión pública no pasó desapercibido y prácticamente todos coincidimos en que,
ese vacío de poder, fue ocupado por Andrés Manuel López Obrador y su equipo.
No
soy tan ingenuo como para creer que tuvieron acceso a toda la información
sensitiva que necesitaban para poder tomar decisiones informadas, evaluar
riesgos y planear, pero tal parece que no sólo no lo hicieron, sino que además no
sabían dónde buscar. Tuvieron el tiempo y el poder político real para prepararse.
A
veces parece que nuestro Señor Presidente se siente más a gusto administrando
emergencias que planeando. El problema es que al día de hoy tiene en puerta
tantas posibles emergencias que parece prácticamente imposible que por lo menos
una o algunas, se conviertan en realidad. Enumero las que considero más
significativas o importantes:
- Las muertes a causa del Dengue han aumentado un 250% ya que no se han entregado los insecticidas o los recursos para su compra a tiempo.
- Al día de hoy un gran número de afiliados al programa “70 y más” en la CDMX (cientos de miles de personas), no han recibido sus depósitos desde enero de este año.
- Los libros de texto gratuitos no van a estar listos para la fecha de inicio del nuevo ciclo escolar. Esto nunca había pasado.
- Existe desabasto de medicinas y eso va para largo. No se han llevado a cabo las licitaciones correspondientes.
- Se dejaron de entregar recursos para estancias infantiles.
- Se dejaron de entregar recursos para los refugios de mujeres golpeadas.
- Se desinvirtió en centros de investigación.
- En materia legal la Presidencia de la República parece haber perdido la brújula, ha perdido prácticamente todos los amparos relacionados con: las estancias infantiles, los refugios de mujeres golpeadas, la nueva ley de remuneraciones, la construcción del aeropuerto en Santa Lucía, la desaparición del cancelado aeropuerto de Texcoco, por citar algunos. En este caso las críticas se han centrado en los promotores de los amparos y no en la capacidad de la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República. Parece que a muchos se les olvida que los Amparos están diseñados para defender a los ciudadanos del abuso de poder de los funcionarios públicos. ¿O los juicios de amparo sólo son buenos a la discrecionalidad del afectado?
- Existe ya escasez de energía eléctrica en la península de Yucatán por el desabasto de gas. Los que viven allá y los que hemos tenido oportunidad de viajar últimamente lo sabemos.
- La violencia crece sin control.
- Cada trimestre, las estimaciones de PIB se reducen.
- El crecimiento del empleo formal fue de solamente de 4,000 empleos según las cifras del IMSS.
Y
del problema de la migración, mejor ni hablamos.
Lo
sé, muchos dirán que es el precio que hay que pagar para terminar con la
corrupción, que es el golpeteo político de viejos grupos que están perdiendo
sus beneficios, que son los estertores de los neoliberales, que las
calificadoras y los organismos internacionales están castigando a la 4T y que hoy
los que criticamos, antes éramos cómplices.
A
todos esos yo les pregunto:
¿De
verdad sienten que la corrupción está disminuyendo?
¿De
verdad se sienten más seguros?
¿Ninguno
de ustedes ha sido afectado de alguna manera o conoce a alguien cercano que lo ha sido?
¿Realmente
no se dan cuenta que los más afectados son todos aquellos a los que se dice que
se está buscando beneficiar, los más pobres?
¿De
verdad creen que estos problemas son artificiales y no reflejan la realidad?
¿De
verdad creen que vamos de “poca madre”?
p.d.
Y
para muestra un botón. No hay dinero para mujeres golpeadas, para estancias
infantiles y para pagar tratamientos contra el VHI, pero hoy Marcelo Ebrard
confirmó que vamos a invertir en el Salvador 30 millones de dólares para
replicar el programa “Sembrando Vida”.
Comentarios
Publicar un comentario