El falso dilema.


“La dicotomía entre desarrollo y sostenibilidad es falsa. Sin planeta, no hay economía que valga.” Al Gore

Lo de hoy en nuestro país es la dicotomía, que, si bien es muy clara en términos políticos, también la vivimos en otra gran variedad de temas.

“Una dicotomía es una división o separación en dos partes. El concepto puede emplearse en distintos ámbitos”.

Como país y como individuos, nos hemos enfrentado con diversas dicotomías a través de la historia y de nuestras vidas, tales como: el bien y el mal; el cielo y el infierno; el cuerpo y la mente, el estado y el clero, etc. La dicotomía también existe en terrenos como la botánica (bifurcación de una rama o un tallo), la anatomía (la tráquea sufre una dicotomía que deriva en los bronquios), la lingüística (Dicotomía de Saussure), la filosofía (Dicotomía cómo método clasificatorio) y la lógica (el desglose de un principio genérico en dos: un concepto específico y su correspondiente negación), entre otros.

No es mi intención escribir un ensayo sobre “La dicotomía y la política en México”, a riesgo de ser aburrido y demostrar una muy limitada preparación, pero basta pasearse durante 5 minutos en las benditas redes sociales y/o en los medios impresos y/o en los medios digitales, para darnos cuenta de que lo nuestro, lo de hoy a nivel nacional es la dicotomía. Que mejor ejemplo que “los chairos” y “los fifís”.

Pero la Dicotomía también nos puede llevar a lo que se conoce como un “falsa dicotomía o falso dilema”, es decir, cuando el tema en discusión involucra alguna situación donde se presentan dos puntos de vista cómo las únicas soluciones posibles, cuando realmente existen otras alternativas que pueden ser válidas y que no son consideradas.

La falsa dicotomía es muy común en la política donde a través de preguntas/afirmaciones retóricas o sentencias de hechos consumados, se busca ocultar la existencia de otras alternativas/posibilidades. A fin de evitar crispación e incrementar la posibilidad de que mis 5 lectores llenen al final de esta entrada, evito hablar del presente y me permito citar ejemplos detallados en el artículo: “Falacias en los discursos de los candidatos presidenciales en México 2012”, escrito por Irma Mariana Gutiérrez Morales de la UNAM.

AMLO: “Son dos caminos, habemos* cuatro candidatos, tres hombres y una mujer, pero la verdad la verdad es que sólo son dos proyectos: tres candidatos, dos hombres y una mujer (lo digo con todo respeto sin el ánimo de ofender a nadie), tres representan lo mismo ¿ya saben ustedes que es más de lo mismo? Es pobreza, desempleo, inseguridad, violencia, corrupción, sufrimientos. Y hay otro camino que con mucho orgullo lo estamos representando, el camino del cambio verdadero que representa honestidad, justicia y amor, mucho amor”.

EPN: “México está muy claro en lo que quiere y está cierto que ya no quiere más
de lo mismo; quiere pasar de esta etapa sombría y de obscuridad a una nueva etapa de
luz y esperanza”.

JVM: “Hoy vengo a pedirles que todos cerremos filas, faltan ocho días para decidir si seguimos adelante o permitimos que regrese el pasado de corrupción, de deuda y de crisis”

Con esto en mente me permito hacerles dos preguntas e invitarlos a hacer una reflexión.

¿Realmente todo lo que está haciendo nuestro presidente está mal?
¿Realmente todo lo que está haciendo nuestro presidente está bien?

Los invito a que hagamos un ejercicio personalísimo y escribamos tres cosas que nos gustan de la administración de AMLO y tres cosas que no nos gustan. Hagámoslo por nosotros y por nuestro país. 

Aquí les dejo mi lista.

Me gusta.
El control a raja tabla del presupuesto.
El que nuestro Presidente conozca todos los Municipios de México.
La capacidad de trabajo que tiene. Empieza temprano, termina tarde y de lunes a domingo.

No me gusta.
AMLO es el primer promotor del falso dilema. Cómo candidato lo entiendo, no como Presidente.
La creencia de que la falta de planeación y el desprolijo se substituyen con voluntad.
La política económica que emula las décadas de los 70´s y 80´s y que nos dejó muy mal.

*Transcripción del original.


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