¿Pragmatismo?

“Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto”.

George C. Lichtenberg

Cada vez es más difícil entender nuestra política democrática contemporánea.

Ahora los milagros suceden al por mayor, y ante nuestros ojos, surge una nueva generación de políticos “conversos” que han descubierto cuan equivocados estaban y le han dado a la “diversidad de pensamiento” una nueva oportunidad.

Tenemos, por ejemplo, a Germán Martínez próximo director del IMSS, posando hace algunos días con integrantes de la comunidad LGBTTTI (Lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual), para festejar la aprobación de una ley que permitirá a las parejas del mismo sexo tener los mismo derechos y beneficios de seguridad social que el resto de las parejas. Este es el mismo político que fue pieza clave en la Administración de Felipe Calderón, ex – Presidente del PAN y que impugnó una ley similar aprobada en el entonces Distrito Federal ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

O podemos hablar de Miguel Osorio Chong, ex Secretario de Gobernación y actual senador de la República por el PRI, que en días anteriores presentó una iniciativa de ley para regular la mariguana lúdica, queriendo inclusive adelantarse a MORENA. El mismo político que estando a cargo de la Secretaría de Gobernación organizó unos foros sobre la mariguana con fines medicinales y que terminaron “medio” regulándola con obstáculos verdaderamente absurdos.

Por último, como no hablar de Gustavo Madero, otro ex – Presidente del PAN y legislador que nunca, en una posición u otra, presentó iniciativa alguna relacionada a la mariguana lúdica, pero, que también hace unos días, tomó la palabra y desde la tribuna llenó de elogios a Olga Cordero y a su iniciativa.

Sé que este fenómeno puede no parecer nuevo, ya en los últimos años hemos visto “muchos brincos” de políticos de un partido a otro por cuestiones puramente electorales, pero que una vez conseguido el puesto, mantenían su ideología política.  

Estas almas que se han dado la oportunidad de corregir el rumbo no deberían de olvidar lo que Yves Roucaute y Denis Jeambar describen es su libro: “Elogio de la traición: Sobre el arte de gobernar por medio de la negación”.

“Cuando deja de ser pragmatismo gubernamental y se convierte en mera práctica para perpetuarse en el poder, cuando se vuelve la espalda a las aspiraciones del elector, sufre una sanción. Así, entre traición y elección, se establece un equilibrio frágil con el cual los políticos no pueden jugar impunemente.”