Culiacán: dicotomía inexistente.
"Se
decidió proteger la vida de las personas y yo estuve de acuerdo con eso porque
no se trata de masacres, eso ya se terminó. No puede valer más la captura de un
delincuente que la vida de las personas". Andrés
Manuel López Obrador.
Con anterioridad me he referido a la falsa
dicotomía. Me permito retomar algunas ideas.
“Una dicotomía es
una división o separación en dos partes. El concepto puede emplearse en
distintos ámbitos.
Como país y como
individuos, nos hemos enfrentado con diversas dicotomías a través de la
historia y de nuestras vidas, tales como: el bien y el mal; el cielo y el
infierno; el cuerpo y la mente, el estado y el clero, etc….
… bastan 5 minutos
en las benditas redes sociales y/o en los medios impresos y/o en los medios
digitales, para darnos cuenta de que lo nuestro, lo de hoy a nivel nacional es
la dicotomía. Que mejor ejemplo que “los chairos” y “los fifís”.
Pero la Dicotomía
también nos puede llevar a lo que se conoce como un “falsa dicotomía o falso
dilema”, es decir, cuando el tema en discusión involucra alguna situación donde
se presentan dos puntos de vista cómo las únicas soluciones posibles y
realmente existen otras alternativas que pueden ser válidas y que no son
consideradas…”
El Presidente de este país utiliza esta técnica de
manera repetitiva, no sé si como una estrategia perfectamente definida o
simplemente porque ve la vida en “blanco y negro” y no confía en nadie.
Desde luego que la decisión entre soltar a un
criminal, versus, poner en riesgo la vida de cientos de personas es muy
sencilla, y no es ahí donde radica mi crítica. Mi crítica es muy simple, no
existía ese riesgo, este fue creado por el Estado a través de un operativo mal
planeado y peor ejecutado. La decisión salvo muchas vidas en la coyuntura, pero
seguramente ha puesto en riesgo muchas otras en el mediano plazo, y no tenía que
ser así.
Independientemente de lo anterior algo es muy claro:
detener criminales y cuidar de la vida de los ciudadanos son, ambas,
obligaciones del Estado y no pueden ser el centro de un debate falso para
desviar la atención de un fracaso táctico.
p.d. La relación entre los funcionarios civiles del
Gobierno Federal y las fuerzas Armadas están en un momento realmente complicado.
Un grupo de militares del más alto rango, en retiro y en activo, han hecho
patente su molestia de manera enérgica al General Secretario. Él mismo, en
foros privados, ha expresado su molestia con las decisiones tomadas.
En una próxima entrega me permitiré platicarles una
serie de eventos sucedidos hace muchos años, que fueron parcialmente públicos y
que, parece, pudieran estar influyendo en el estado anímico de los militares.
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