El principio de Peter.


"Uno de los grandes errores es juzgar políticas y programas por sus intenciones y no por sus resultados". Milton Friedman.

Muchas malas noticias hemos escuchado en los últimos días, algunas que nos cimbran en lo más profundo, pero creo que la gente informada siempre estará en una mejor posición de tomar decisiones acertadas. Mi razonamiento en esta ocasión es muy breve.

Cuando elegimos a un Presidente no estamos contratando, si contratando, a un líder espiritual, a un religioso que venga a liberar nuestras almas del pecado, a un artista o a un amigo; estamos contratando a un experto en administrar crisis, a un estadista que tenga visión de futuro.

En administración existe algo que se llama el “Principio de Peter” o el “Principio de incompetencia de Peter” y que se basa en el estudio de las jerarquías en las organizaciones modernas realizado por Laurence J. Peter. Este afirma que las personas que realizan bien su trabajo son promovidas a puestos de mayor responsabilidad, a tal punto que llegan a un puesto en el que no pueden formular ni siquiera los objetivos de un trabajo, alcanzando su máximo nivel de incompetencia.

“En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia: la nata sube hasta cortarse.” Laurence J. Peter.

Según algunas fuentes, el primero en hacer referencia a este concepto fue José Ortega y Gasset, quien en la década de 1910 dio forma al siguiente aforismo:

“Todos los empleados públicos deberían descender a su grado inmediato inferior, porque han sido ascendidos hasta volverse incompetentes.” José Ortega y Gasset.

Honestamente creo que el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha alcanzado su nivel de incompetencia. Si no lo creen, vean este video en twitter, de la mañanera del día de hoy, poco más que decir (https://twitter.com/avieu/status/1240298408608321537?s=20).

Aquí les dejo un dato: por cada dólar que baja el precio del petróleo perdemos 13 mil millones de pesos, el precio estimado en el presupuesto fue de 49 dólares por barril, hoy cerró a 18.78 dólares. Hagan la cuenta.

Es cierto que AMLO no provocó la caída de los precios del petróleo, ni la caída del peso, ni la pandemia del coronavirus (como tampoco lo hizo Felipe Calderón), pero si es el responsable de lo expuesto que está el país, en este momento, a los efectos colaterales de estos fenómenos.

En otra ruta de pensamiento me gustaría recordarles a mis 4 lectores (Catón dixit) que, a través de la historia del ser humano en la tierra, no hemos levantado de pandemias tan graves como la plaga (150 mil muertos; la peste antonina y la peste bubónica (más de 50 millones de muertos); la gripe española (más de 40 millones de muertes); el VIH/Sida (30 millones de muertes y contando); el SARS, la Gripe Aviar, el H1N1, la cólera, el ébola, por nombrar algunos, y siempre no hemos levantado. Esta vez no va a ser diferente.

p.d.
No puedo dejar de mencionar que toda esta locura ha tenido también un efecto positivo. Con todas las restricciones impuestas en todo el mundo, estamos dándole un descanso a nuestro planeta, aunque sea por unos días…  


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