¿Cómo cuenta mi voto?

“Se hace campaña en poesía y se gobierna en prosa.” Mario Cuomo

El próximo 1º de julio del 2018 vamos a elegir el rumbo que queremos para nuestro país. Digo vamos porque votemos o no, influiremos en el resultado final. Ojalá todos entendamos que participar o no en la elección también tiene un efecto.

Yo respetuosamente invito a todos a los que estén en la posibilidad de votar, lo hagan.

¿Por quién votar?

Eso es un “animal” diferente y con ese no pretendo jugar. Todos tenemos nuestras filias, nuestras fobias, nuestras creencias políticas, religiosas, nuestra muy personal visión de la sociedad, algunos cargan (¿cargamos?) agravios e inclusive sueños, otros queremos cambiar el mundo, pero al final todo eso inclina la balanza hacia una persona y con ello el sentido de nuestro voto.  

He escrito algo, nunca lo suficiente, sobre recuperar nuestra Democracia o de apropiarnos de ella por primera vez y en ese sentido quiero compartir una reflexión, una propuesta de cómo votar, independientemente de cual sea su candidato.

Uno de los más grandes problemas que afrontamos, es el gran número de partidos que tenemos, muchos de los cuales no son una opción real de Gobierno, son una pequeña franquicia que nos cuesta mucho y que realmente no nos representa (¿El PT te empodera?) y que a través de los años han encontrado la manera no solamente de subsistir de manera individual sino inclusive, de ayudarse entre ellos para hacerlo (por ejemplo, PRD y PT en 2015).

¿Cómo lo podemos evitar?

Es fundamental que cada elector sepa que hay tres coaliciones en la elección presidencial, pero que hay diferencias importantes en las elecciones para senador, diputado o gobernador de cada estado. Es decir, no siempre van los mismos partidos juntos. Mi sugerencia en el caso de las elecciones estatales y locales es votar por los partidos grandes, salvo desde luego, que el candidato de su preferencia sea de algún partido pequeño, con ello evitamos que los “pequeños partidos” reciban votos que, de no existir la coalición, serían para el partido grande.

Necesitamos que los partidos y los políticos nos volteen a ver, que sientan que su existencia depende solamente de nosotros.